10 diciembre 2013

Los modos de un festejo

Hay, como todo en la vida, muchas formas de hacer una misma cosa. Cada uno arma el mate con su receta, cada quién sabe cómo zurcir una media, todos somos técnicos de la selección.

Hay modos y modos de festejar. Y es una buena pregunta preguntarse cómo festejamos hoy los 30 años de democracia. 

Podemos hacerlo livianamente, pero no nos dieron feriado, así que esa está difícil. 

Podemos creer que todo está perfecto, que tuvimos, tenemos y tendremos gobiernos maravillosos que nos permitan, básicamente, que nos chupe un huevo el resto del mundo mientras no nos jodan a nosotros. 

O, incluso, podemos no festejar nada. Y con memoria corta olvidar que, si no estuviésemos en democracia, no podríamos elegir no festejar.


También podemos elegir festejar asumiendo todo lo que falta por hacerse en nuestro país para que podamos festejar completamente. Postulo entonces, aquí y ahora, una especie de festejo en cuotas, digamos. Una creencia al futuro, una apuesta. Algo que está más cerca de la esperanza cívica que del cinismo de los quebrados.


Es difícil festejar a veces. Y mucho más difícil en este contexto. 
Paz, pan y trabajo. Democracia para siempre.