30 abril 2008

Una obviedad: Feliz día Trabajador

Primera cuestión. Que quede muy claro: el 1 de mayo es el Día del Trabajador. No “del trabajo”, que no es lo mismo aunque suene parecido.

Así que, aclarado ese tanto, desde este humilde lugar, estos deseos – en estricto orden-:

- Para todos los desempleados, que llevan sobre sus espaldas el peor trabajo que se pueda tener, la falta de laburo: que lo consigan.

- Para todos los que laburan en negro, que tienen en sus bolsillos menos guita y casi ninguno de los derechos que dignifican al laburante: que los blanqueen.

- Para todos los trabajadores que, aunque estén en blanco, ganan poco o no soportan más el empleo que tienen: que les aumenten los salarios o que consigan alguno que los realice más.

- Para todos los capataces, patrones, jefes y gerentes: que recuerden todos los días que también son trabajadores y no solamente a la hora de poner excusas frente a sus compañeros.

Y dos últimos deseos especiales:

- Para todos los pibes que se ven obligados a trabajar: que más temprano que tarde logremos hacer un país en dónde ellos hagan lo único que deberían hacer: estudiar y jugar.

- Para todos: que nos volvamos a sentir orgullosos de, simplemente, ser trabajadores. Y que sea con poder.

28 abril 2008

¡Góndolas!: Teléfono para Moreno


El domingo fui a Carrefour, para más datos el de Warnes. Porque yo soy así de loco, voy al supermercado un domingo a la tarde y lejos de mi cucha. La cuestión es que, al llegar, unos afiches escritos a mano con marcador decían algo así como: “POR PROBLEMAS TÉCNICOS (AGUA. FRÍO) ESTA SUCURSAL INFORMA QUE LOS SECTORES DE CARNICERÍA, PESCADERÍA Y PANADERÍA SE ENCUENTRAN CERRADOS. LAMENTAMOS BLA,BLA”.

Pero eso no era todo. Las góndolas estaban como saqueadas por unas marabunta. Queso fresco: ni en fotos; leche: solo “Lechelita”; aceite: únicamente marca “Ideal” mezcla soja y girasol de 900 cm3 (“sólo para consumo familiar: máximo 3 unidades x persona”). Precisamente, cuando me disponía a meter en el carrito un par de botellitas, un repositor andaba a cuatro manos quitando envases de los estantes y metiéndolos en un megacarro. Ahí me agarró la persecuta: “¿por qué los sacás?”, le ladré. “Eehhh –titubeó el muchacho- no, no, es para acomodar en las góndolas vacías”. Ajá.

Entonces me dispuse, sin nada mejor que hacer, a una fina investigación cual si fuera morenista. Mitad por Mariano, el periodista. Mitad por Guillermo, el…ehhh…Secretario de Comercio. Hablé con el muchacho que estaba en la verdulería, con otro repositor, con un repositor externo y con la cajera. Con la promotora de Sedal no hablé porque mi mujer no me creyó que era algo estrictamente profesional y patriótico.

Adivinen que me dijeron absolutamente todos. Palabras más, palabras menos, esto: “Es que no está entrando mucha mercadería porque las marcas no mandan. Y lo poco que mandan no lo quieren sacar a las góndolas. Creo que es porque van a subir los precios esta semana”.

Eso sí. Como garpé con tarjeta me hicieron el 15% de descuento. ¿No son lindos los domingos a la tarde?

27 abril 2008

DTs y Managers: Hablando de fútbol para hablar de otra cosa


Alguna vez lo insinuamos: la actual crisis política que atraviesa el gobierno nacional es directa heredera del éxito en los cuatro años y medio de Néstor Kirchner. Pero a diferencia de otros analistas y de cierto discurso oficial, que aducen que esto es debido a la “salida del infierno” y a que la ostensible mejora de los indicadores económicos traen aparejados –ahora- una disputa por la torta y el consiguiente conflicto, Mendieta piensa que esa reflexión peca de incompleta.

Cuando digo que la crisis de hoy es consecuencia de los éxitos de ayer quiero decir esto: Kirchner asume en 2003 con una incipiente reactivación económica producto de la brutal devaluación que el tándem Duhalde-Lavagna habían implementado luego de la crisis del 2001. Néstor aprovecha esa situación y, simplemente, la potencia en su gobierno. Pero en paralelo hace política en grande: renovación de la Corte Suprema y el significante aglutinador de esa etapa, la “política de memoria y derechos humanos”. La renegociación de la deuda, la inserción en el “cono sur” progresista. Hablamos de 2003-2005. La última gran batalla de esa etapa es el enfrentamiento con quien fuera su padrino: Don Eduardo de Lomas.

A partir de ahí, la siguiente sensación: nos va bien, medimos bien, la economía crece bien, la caja crece y crecen los apoyos. Todo está bien. ¿Para qué cambiar, si equipo que gana no se toca? (Esto escribíamos en abril de 2007, cuando el blog no existía: “algunos desde la tribuna nos empezamos a preocupar. Vemos que el equipo pareciera haberse contentado con lo conseguido hasta ahora y que se replegó para esperar la hora. Se fue para atrás, bah. Y los centros del equipo contrario empiezan a llover cada vez más cerca del área).

Y éste es el pecado: nadie pidió que cambiasen el equipo, sólo que – alejados del descenso, salidos de la zona de promoción, mientras se va subiendo en la tabla- hay que empezar a sofisticar el esquema de juego. Agregar variables tácticas, planificar jugadas preparadas, promocionar juveniles, mejorar el merchandising y –sobre todo- aprovechar la volada de que se sumaban hinchas para ampliar el estadio.

Muy bien. Nada de eso se hizo en tiempo y forma porque es mucho más difícil cambiar en etapas de éxitos que en situaciones de crisis. El equipo no se preparó para cuando llegara el momento de jugar la Copa Libertadores. Y eso es tan grave como no preparar un plantel picapedrero y batallador si inexorablemente te dirigís a competir en el nacional B.

¿Es, como se relamen algunos, este mal momento del proyecto político kirchnerista, irremontable? No necesariamente. La presidencia Néstor Kirchner también atravesó momentos de zozobra (Blumberg, Rovira en Misiones) y supo reaccionar hábilmente para reconfigurar el tablero a su favor. Claro que este momento es cualitativamente mucho más complejo: lo que era el puntal de la república virtuosa kirchnerista, la economía, se ve afectada. Y como nada se preparó consistentemente por fuera de este issue, todo parece entrar en un cono de sombras, en un temprano crepúsculo.

Por otra parte, hay algo que evidentemente complica el escenario del Club Atlético K: cuando Néstor impulsó la candidatura de Cristina a Presidente en 2007, se imaginó quitándose el buzo de DT y calzándose el traje de “manager”. Los que somos un poco futboleros sabemos que esa figura –exitosísima en los clubes europeos- nunca anduvo del todo bien por estas pampas.

Es momento de aclarar roles. Meter algunos cambios en el mediocampo para recobrar aire y volver a atacar. Por cuidar el resultado conseguido en los primeros 45 minutos de 2003-2007, aquella goleada, te acaban de meter unas cuantas pepas apenas comenzado el segundo tiempo.

Las oportunidades perdidas nunca regresan. Hay que crear otras nuevas. Dejar de vanagloriarse de goles pretéritos y embocar algunos nuevos. Lo digo yo, que todavía tengo que recurrir al zapatazo de Cárdenas.

25 abril 2008

Parando un cacho la pelota

Teníamos listo el post que van a leer abajo. Pero a minutos de publicarlo los noticieros anuncian que renunció el ministro de Economía, Martín Losteau. Y como estamos escribiendo esto sin saber el reemplazante, poco podemos agregar. Pero quién se haga cargo, y con qué política económica, seguramente pondrá un poco de claridad para dónde va la cosa. Entonces releemos y nos convencemos que, a pesar del “último momento”, el espíritu de nuestro ladrido no pierde vigencia. Es más: quizás sea, aún, más pertinente que hace un rato. Acá va: Seguir leyendo en Artepolitica

23 abril 2008

Remar en el dulce de leche



Mendieta se esfuerza cotidianamente, desde hace ya muchos años, por no caer en simplismos, en fanatismos obtusos, en la clausura de la reflexión crítica. Y la verdad es que el oficialismo viene dando bastantes motivos –políticos, de gestión, comunicacionales, de organización- como para ser críticos.

Nunca fuimos, en ninguna de nuestras experiencias políticas, cultores de la ortodoxia. Incluso cuando nos tocó estar muy cerca de ocasionales –y en esos momentos aplaudidísimos- dirigentes partidarios, siempre intentamos tener una sana cuota de “distancia” con sus posiciones. Un poco de gataflorismo, quizás. Nuestro gen progresista que nada entre cadenas de ADN peronchas, tal vez.

También el barrio nos enseñó, porque somos orgánicos, que la crítica siempre debe hacerse, en primer lugar, adentro. Muchas personas que no son militantes entienden esta posición como corporativa. Allá ellos. Yo prefiero pensar que actúo en mis ámbitos políticos ni más ni menos como actúo con mis familiares o mis amigos de la infancia: el domingo después de los ravioles nos podemos sacudir la panera por la testa, pero del umbral para afuera no se metan con la vieja porque se pudre. Y el día que no compartimos más ciertos principios muy básicos, listo, nos separamos del mejor modo posible. (Por cierto, tampoco -después del divorcio- contamos intimidades de nuestras ex mujeres-partidos. Eso es de arrastrados. Falta de códigos, les decimos algunos).

El problema que hoy enfrentamos muchos que simpatizamos, bancamos y votamos a este gobierno es que no hay adentro dónde discutir. No hay asados ni ravioles ni mesa de los domingos.

Así y todo, cuando leo cosas como estas, qué quieren que les diga. Me vuelvo a volver algo kirchnerista. Pero de un kirchnerismo sui-generis: si ésta es la oposición, si ésta es la voz de la oposición, los valores de la oposición, la ideología de la oposición, yo me quedo con los feos, sucios y malos del oficialismo. Incluso en estos días, donde no parece haber rumbo, ni destino, ni gobierno capaz de encabezar y concretar los sueños largamente soñados por las mayorías populares de nuestra Patria.

Seguiremos remando en el dulce de leche, hasta que un día nademos en el manantial.


22 abril 2008

Por los bares, tratando de entender

Me dice un amigo de este blog, mientras le entra a un churro bañado en chocolate:
-“Están meando afuera del tarro. Los analistas de los medios y ustedes, los analistas de los blogs. Desde que salen en los diarios se están aburguesando, perdiendo frescura”.
-“Ajá. Y qué tal si me explicás por qué…”
- “Pero claro. ¿El campo es hoy por hoy el principal problema de este país?
-“ Mmmm, no. No creo”.
- “Ya sé que no creés eso. En eso se equivocan los analistas de los diarios. Pero sé que pensás que el principal problema es la inflación creciente”.
- “Sí, me convenció Escriba”.
- “Ves, en eso se equivocan ustedes los blogueros. Tampoco es la inflación”.
- “Ah, no. ¿Y cuál che?”
- “Que hoy por hoy no se corresponden los cargos del gobierno con el poder político real en la Argentina. Y digo poder político, porque el político con el poder poder no coinciden nunca. Así que el problema es más profundo que el “doble comando”. El problema es que si cerrás con los gobernadores, la liga de intendentes, la CGT y todo el mundo arriba del bondi, listo, ahora que ocupen los sillones. Y ahí, capaz, capaz, eh, se pueden dedicar a la inflación y al campo y dejan de mirar por el espejito retrovisor y vuelven a mirar el parabrisas. Mozo, otro churro”.
- “Te tendrías que abrir un blog”.
- “Naaa. Eso es fácil

20 abril 2008

Es fácil, es que un fantasma recorre la opinión pública

No voy a escribir del humo, ni de las retenciones al campo, ni de la ley de radiodifusión, ni de la inflación, ni de Racing. O sí, también de esas cosas.

Últimamente ando escuchando o leyendo con relativa frecuencia, y por eso paré las orejas, la siguiente frase: “hacer tal cosa es fácil”. Llenen tal cosa con lo que se les ocurra: “redistribuir es fácil”, “arreglar con el campo es fácil”, “gestionar es fácil”, “parar la inflación es fácil”, “apagar el incendio es fácil”, “sacar a Racing de la promoción es fácil” y así.

Quizás se deba a que el laburo que estoy haciendo no es, precisamente, sencillo, y esté particularmente sensible con la cuestión. Quizás a que hayamos entrado, como sociedad, a una etapa superior (o más berreta, según como la miremos) de nuestra inveterada costumbre de “saber” y opinar, livianamente, de cualquier materia. Un ejemplo conocido: todos los argentinos somos mejores técnicos de la selección de fútbol que Coco Basile, pero ahora le agregamos un “es fácil” antes de anunciar la formación de nuestro 4-4-2.

Y como venía escuchando esto a menudo, se me ocurrió hacer el siguiente ejercicio contrafáctico: en cuanto escucho “tal cosa es fácil” lo primero que hago es preguntarle a mi interlocutor a qué se dedica. Y ahí, al toque, le doy de su propia medicina: “Ahhh, ¿arquitecto? ¿Hacer un edificio es fácil, no? Entonces me dispongo a escuchar y a aprender que no, no es fácil: que los gremios, que los planos en la municipalidad, que la entrega tardía de los materiales, que la lluvia cuando hay que llenar la losa y mil quilombos más que dificultan la boludez de hacer un edificio.

Hete aquí que todavía no encontré a ningún militante del “facilismo” para arreglar las cosas en otras disciplinas que no me enseñara la enorme cadena de dificultades a las que se enfrenta cotidianamente en la suya.

Entonces, con esta nueva moda, hoy escuchamos a opositores políticos que explican que fácil sería arreglar los conflictos que atraviesa el gobierno, miembros del oficialismo mascullar con sorna lo fácil que es ser oposición, editorialistas que –cómodamente sentados en sus sillones al sol de la tardecita- pontifican cómo deben hacerse las cosas y plateístas en el Cilindro que se suponen más “ponedores” que Bastía.

¿Soberbia? ¿liviandad crítica? ¿superficialismo mediático llevado a la cotidianeidad? Ni idea. Pero confieso que a Mendieta casi todo le cuesta mucho siempre. Incluso este post que, pretenciosamente, invita a reflexionar cuanto más difícil es hacer las cosas que opinar sobre ellas.

19 abril 2008

El año pasado ganamos. Ahora nos gustó

Mendieta nunca estuvo acostumbrado a votar a ganador. Causas perdidas, campañas inexistentes, candidatos flojitos de papeles y casos así. Pero en el 2007 se nos dio vuelta la taba: metimos un voto decisorio que consagró al nuevo presidente del consorcio, levantamos la mano en una asamblea de la cooperadora escolar junto a la mayoría y, promediando la primavera, ensobramos una boleta que pagaba 1,25 en la nacional.

Después de tamaña performance, nos gustó el saborcito.

Así que ahora, aunque más no sea a la distancia, nos jugamos con Lugo en Paraguay para este domingo.

Según dice ésta encuesta, que recibimos de nuestro corresponsal en Asunción hoy por la tarde, seguiremos con la racha triunfal. Amén.

16 abril 2008

Nosotros no creemos en las conspiraciones.


Paso 1: Empezamos por Clarín. La noticia es ésta “El secretario de Medios Pepe Albistur fue acusado por el fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, por presunta distribución de publicidad en su propio beneficio”.

Paso 2: ¿Quién lo denunció? “La investigación comenzó por un pedido de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) de mediados del 2006 sobre supuesta discriminación en la distribución de la publicidad oficial.

Paso 3: Aquí un link a la Asociación por los Derechos Civiles. Loable labor. ¿Quién preside ADC?: El doctor Alejandro Carrió, abogado, profesor de la UBA, muchos libros publicados.

Paso 4: Ahora googleamos Alejandro Carrió y no, no es pariente de Lilita.

Último paso: Miren acá. Sí, el doctor es, casualmente, en el ejercicio de su profesión liberal, uno de los abogados defensores de Ernestina Herrera de Noble en la causa de los “hijos adoptivos” de la viuda de Noble. Y terminamos donde empezamos: en Clarín.

Vuelvo a aclarar: no creo en las conspiraciones. Dije que no. Que no, tamos?

12 abril 2008

¿Y por qué esto no lo leí en Clarín?

Pronunciamiento de la Facultad de Ciencias Sociales
Jueves 10 de abril de 2008

La Facultad de Ciencias Sociales sólo cumplió con su obligación

El martes 1 de abril el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires se pronunció (http://www.fsoc.uba.ar/archivos/institucional/medios.doc) Y lo hizo con la misma responsabilidad, autoridad, conocimiento y pertinencia que lo ha hecho en cientos de oportunidades anteriores.
Nuestro pronunciamiento provocó una desmedida, llamativa y por momentos insultante y hasta ofensiva respuesta de parte de algunos medios de prensa, a tal punto que se puso en cuestión y en duda no sólo la pertinencia de nuestra declaración, sino la seriedad académica de nuestra Facultad.
El Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales (órgano máximo y soberano de gobierno de una Facultad, ante el cual el Decano no puede sino hacer lo que dicho órgano le encomienda) emitió una resolución criticando lo que considera un manejo cuestionable de la información. Su pronunciamiento fue, por algunos, tildado de “obsecuente” con el oficialismo. Pero lo que no se tiene en cuenta, es que con este tipo de acusaciones a la Facultad se cae en un contrasentido, rayano en el absurdo: en nombre de la libertad de prensa de las empresas privadas, se cuestiona la libertad de opinión de una institución pública.
El desatino ideológico de los que levantan semejante acusación (estrechez ciertamente preocupante viniendo de quienes tienen mucho poder sobre la opinión pública) les impide siquiera creer que un Consejo Directivo académico tenga suficiente autonomía de criterio como para dar su parecer, coincida o no con la de alguna de las partes en conflicto. Para colmo de absurdo –o de, en efecto, manejo interesado de la información- se pasa por alto que se trata de la
Facultad de Ciencias Sociales, una de cuyas carreras es precisamente la de Ciencias de la Comunicación. Es decir: la disciplina a la que, en principio, debe suponérsele la suficiente competencia teórica, científica y técnica como para que la suya no sea una mera “opinión” irreflexiva o caprichosa, sino el resultado de un análisis riguroso y fundado de los discursos mediáticos; y también, y sobre todo, una carrera de una universidad nacional que tiene el irrenunciable deber ético y cívico de cumplir con el mandato de la Reforma del 18: enseñar, investigar y hacer extensión. Todo ello, precisamente, porque una Facultad es un ente igualmente público, sostenido con los impuestos y el esfuerzo de toda la sociedad (y no, como se ha dicho por ahí, por un “gobierno”).
Cuestionar que la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA se pronuncie sobre la temática es desconocer –como se dijo- que cobija a una de las carrera de Ciencias de la Comunicación más importantes de Latinoamérica; es ocultar que esta misma Facultad se ha pronunciado en cientos de oportunidades con el mismo nivel de independencia y libertad que lo ha hecho siempre; es no reconocer que todos estos otros pronunciamientos no vieron la luz pública porque no fueron considerados adecuados para ser publicados por los mismos medios de comunicación que hoy acusan a la Facultad de colaborar con el cercenamiento de la libertad de expresión; es no reconocer que cada día decenas de medios de prensa buscan en esta misma Facultad de Ciencias Sociales –cuyos dichos son hoy brutalmente cuestionados- citas de autoridad y de especialistas para analizar los más variados fenómenos de la realidad nacional.
Y, de paso, es esquivar el punto principal de lo que la Declaración planteaba: que se habían cometido actos de discriminación durante la cobertura del lockout agropecuario.
Entonces, cabe preguntarse, ¿por qué sólo en esta oportunidad, en que la Facultad se pronuncia sobre el comportamiento de los medios de comunicación, se reacciona con semejante irritación?
Es imposible, entonces, evitar la sospecha de que en buena medida todo este debate forzado y artificioso pueda estar sirviendo de cortina de humo para evitar el verdadero debate que está en los fundamentos de la Resolución cuestionada: a saber, el de si es cierto o no que hubo un tratamiento parcial e interesado de la información, y el de si es cierto o no que dicho tratamiento incluyó un sustrato de discursos e imágenes rayano en formas explícitas e implícitas de clasismo, de racismo, de discriminación ideológica, etcétera. Esta es la discusión que debe hacerse de cara a esa sociedad de la cual –y supuestamente para la cual- viven tanto la Facultad de Ciencias Sociales como los medios masivos de comunicación. Si la Facultad está equivocada en sus análisis y sus evaluaciones, ello deberá ser demostrado independientemente de las opiniones partidarias y, por supuesto, de los agravios gratuitos.

Los medios, seguramente, cuentan con asesores muy idóneos en la materia: que salgan al ruedo y fundamenten, al igual que lo ha hecho la Facultad, su crítica a nuestros argumentos. Y si no lo hacemos todos así, que sea la propia sociedad la que nos pida cuentas, y no los monopolizados pools informacionales con sus diatribas infundadas o quienes defiendan sus intereses.
Con nuestro pronunciamiento, no hicimos más que cumplir con la función de la universidad pública: poner todo su conocimiento crítico al servicio de la sociedad que la sostiene y aportar a la reflexión todos sus elementos teóricos, técnicos y profesionales.
En el mismo sentido y con el mismo espíritu es que nuestra Facultad se pronunció:
- en contra de la forma en que se llevaron adelante las modificaciones en el INDEC (http://www.fsoc.uba.ar/archivos/institucional/INDEC.pdf )
- en contra de la extensión de las concesiones de las licencias de radiodifusión (http://www.fsoc.uba.ar/archivos/institucional/decreto.pdf)
- con una carta pública para que el gobierno nacional acelerara los mecanismos para que nuestra Facultad pudiera finalizar las obras de su edificio definitivo (http://www.fsoc.uba.ar/archivos/institucional/carta.pdf) y http://www.fsoc.uba.ar/archivos/institucional/edilicio.pdf, entre otras decenas de declaraciones.
La deformación del “debate” sobre la “libertad de prensa” ha alcanzado abismos verdaderamente insondables y todos ellos basados en una falacia de origen: aquellos mismos que pretenden –como es legítimo- tener las manos absolutamente libres para opinar lo que sea, pretenden atárselas a los demás.
La Facultad quiere volver a colocar el debate que propuso en la senda original.
El 1 de abril hicimos pública una declaración en la cual repudiábamos cualquier tipo de expresión discriminatoria, tanto por las referencias de clase o por invocar el color de la piel o la situación social.
Exhortábamos al Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) para que en el ámbito de sus facultades: pusiera en conocimiento de la comunidad argentina la existencia de reglas antidiscriminatorias; realizara actividades a través del Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, hiciera las investigaciones correspondientes a fin de dirimir si se habían dado a la difusión pública expresiones de contenido antidemocrático o de cuestionamiento a la vigencia del estado de derecho.
Dábamos cuenta de la necesidad de la sanción de una ley democrática de radiodifusión. Invitábamos a las distintas organizaciones de periodistas profesionales a que realizaran un llamado de atención a sus afiliados y socios respecto de faltas éticas graves.
Cuando hablábamos de actitudes discriminatorias nos referíamos a lo que la Facultad observó durante la cobertura y esto fue:
Se diferenció ente “gente” y “piqueteros”
A quienes manifestaban durante el cacerolazo se los llamó “vecinos autoconvocados” y a quienes manifestaban a favor del gobierno “piqueteros pagados por el gobierno”.
Se dio por supuesto que la vestimenta y el color de la piel de las personas determinaban si éstos eran o no violentos.
Se estableció una falsa dicotomía a través de la cual se planteó que quienes manifestaban en contra del gobierno eran “vecinos autoconvocados” o “ciudadanos que se manifiestan espontáneamente” y quienes lo hacían a favor, eran “piqueteros violentos” o
“personas arriadas”.
Cuando hicimos mención al Observatorio de la discriminación –un organismo que, dicho sea de paso, no prevé sanción alguna para quienes pudieran incurrir en actos de discriminación, sino la invitación a retractarse o a corregir- no hicimos otra cosa que remitirnos al organismo nacional correspondiente y propusimos que esta entidad –creada en 2006 y no ahora como se dijo por estos días, y que no había recibido objeciones anteriores ni en su creación ni en su accionar- tomara cartas en el asunto. Es decir, pedimos que se cumplieran las funciones para las cuales ambos organismos habían sido creados. Para decirlo de otro modo, exhortamos al Estado nacional (y no al gobierno) –garante de todos los derechos humanos, incluido el de la ciudadanía a informarse correctamente y a que no se cometan actos de discriminación- a que actuara como tal.
Cuando dijimos que la Argentina necesita una nueva ley de radiodifusión, lo que estábamos indicando es que nuestro país merece salir de la oscuridad de una reglamentación de la dictadura que sujeta los servicios a la seguridad nacional (inspirada en la “Doctrina de seguridad nacional”) .
Cuando proponemos que un organismo como el Observatorio actúe -como saben todos quienes tienen algún tipo de relación con los medios de comunicación, incluidos quienes más fuertemente nos cuestionaron- no estamos haciendo otra cosa que poner en evidencia que los medios de radiodifusión utilizan un recurso escaso administrado por el Estado Nacional y concesionado, dentro de ciertas reglamentaciones, para su explotación privada y comercial.
Cuando invitamos a la distintas organizaciones de periodistas profesionales a debatir lo hicimos con la intención de que éstas entidades aceptaran nuestra propuesta para ser discutida los ámbitos que creyeran convenientes y con las reglas de cada una de estas entidades. Sin embargo entre la tarde del martes 1 de abril y el mediodía del viernes 4, cuando tuvo lugar la reunión la Presidenta de la Nación, no sólo ninguna de estas entidades tomó contacto con nosotros, sino que ninguno de los medios que hoy cuestionan nuestra actitud se acercó para hacernos mención al tema.
La Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en definitiva y por todo lo que aquí se explica, no hizo más que cumplir con su obligación.

10 abril 2008

Un norte político

Aviso: Va a ser un post críptico. Para pocos. Porque a veces uno debe saber esperar.

Entonces uno escucha, a lo largo de tres jornadas de laburo, por ahí:

.“El tractor sale a las 4 de la mañana tirando del cisterna para repartir agua a las 18 escuelas rurales que hay en mi municipio”

.”Más, así, solos, no podemos hacer. Los grandes terratenientes, que compraron las hectáreas a 20 dólares y ahora valen 400, los tienen como inversión inmobiliaria. No los producen. Y encima no pagan nunca los impuestos municipales. Mientras tanto, el dueño de 10 sí los paga”.

.”Hay un solo médico que viene cada 20 días. Había una enfermera, pero se jubiló y se fue a la capital”.

.”No somos los pueblos pobres del interior del interior. Somos los pueblos empobrecidos por décadas de políticas nefastas para el país y para nuestros territorios”.

.”Durante seis meses del año, los de las lluvias, las crecientes del río impiden nuestro paso hacia la capital. Yo les ruego a mis vecinas que no se embaracen para esos meses, pero…”

Y así 220 (sólo 220) ejemplos NOA/NEA de caminos, agua potable, maestros en las escuelas, médicos en centros de salud, ambulancias, electricidad, cloacas, viviendas y todo tipo de cosas que se llaman 32% de necesidades básicas insatisfechas.

“En esta etapa, una más difícil porque vamos hacia la distribución del ingreso, vamos hacia el norte profundo”, dijo Néstor. Pero ningún cable levantó esa frase, que pasó inadvertida, porque los medios estaban ocupados en esto.

Mañana viernes, 11 horas, Casa Rosada. Antes que las organizaciones del "campo". ¿Lo pasará TN?

07 abril 2008

Haciendo amigos en las empresas de medios

Este blog banca la creación de un Observatorio de Medios.

Ya sé. Lo mejor es una nueva Ley de Radiodifusión, otra de las tantas deudas pendientes de nuestra democracia. Y está bueno que empiece a debatirse, otra vez, aunque sea en la periferia, el rol de los medios de comunicación en democracia.

Y se me ocurren dos ejemplos de diverso calibre: los abogados, los médicos y los profesionales de economía tienen sus propios tribunales de ética y disciplina. ¿Por qué los medios y los periodistas no? (Aclaramos: siempre estuvimos de acuerdo con la colegiación para el periodismo, sólo que sin necesidad de acreditar ningún título habilitante para su ingreso. Asumimos que el periodismo es un oficio y, como tal, su ejercicio es suficiente acreditación.)

Otro. A raíz de la privatización de las empresas de servicios públicos, se fueron conformando asociaciones de “usuarios y consumidores” bregando por la defensa de los intereses de los mismos. Nunca entendí como no había, en la Argentina, una asociación de usuarios y consumidores de “medios”.

Que los medios de comunicación son un “poder”, ya nadie lo pone en discusión. Y convengamos que todo poder necesita su contrapeso institucional. Así que no sé por qué algunos se horrorizan tanto. ¿O no somos republicanos, eh?


ACTUALIZACIÓN: Dijo Lucas, en un comentario acá abajo: "Pero también habría que buscar la forma de separar patronal de trabajadores, en la responsabilidad". Claro que sí. Pensé que no era necesario, para quienes hemos sido trabajadores de prensa, hacer esta aclaración. Pero reconozco que, para quienes no han trajinado redacciones, no es fácil esta distinción fundamental. Así que aclarado.

04 abril 2008

El fútbol, único y auténtico “ser nacional”.

Este post es para futboleros. Y futboleras. Vamos, a ver…¿quién se anima a explicar racionalmente, científicamente, analíticamente, sintéticamente, su amor por la camiseta de sus amores? Su pasión por la casaca, la divisa, los colores.

Yo no. “Una pasión inexplicable” dice un trapo de los nuestros hoy multiplicado por estadios diversos de la argentinidad.

Porque el fútbol es así. Minga de si tu equipo juega bien o mal. Con buenas o malas artes. Si da lujosa cátedra o convierte, en el último minuto, un gol con la mano y en orsai después de haber aguantado los noventa minutos todos atrás y revoleándola para arriba como Zaccanti. O Abelardo Vallejos -dios lo tenga en la gloria- nuestro D´elia racinguista.

Lo que importa, lo único que en el fondo importa, la consumación de la existencia, tu sentido vital trascendente, es, digámoslo de una vez, ganar.

Entonces, los hinchas, los de verdad, alientan hasta el último minuto. Después vendrá el tiempo de la autocrítica sincera si perdemos. Las puteadas dialécticas cuando los muchachos suben al micro yéndose de la cancha. La serena reflexión y el balance la haremos en el bondi de vuelta, Constitución, por autopista Acceso Oeste, Haedo, Morón. Antes, no.

Pensaba así, recién, que esto es lo que pasa a veces. Mientras leía esta reciente nota de un futbolero de ley.

He aquí el clivaje –tenía que usarla algún día- fundante de la patria: local o visitante.